"Ya soy grande", "puedo solo" son los mensajes más comunes de esta edad. 
Deseo y necesidad de independencia, desempeño de roles productivos, es el momento de confirmar cuánto puedo y cuánto tengo para aprender.

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La palabra:
Ocupa un lugar muy importante, se descubre el valor y el sentido de la comunicación verbal. Se habla sin parar para probar el efecto en el otro y se recibe con placer las palabras de los demás en el cuento, la poesía, el canto. La palabra llega al otro y él me entiende aunque no me vea.
La palabra se transforma también en un objeto de juego, por eso las rimas disparatadas o los juegos con las mismas adquieren un carácter valioso. 

Las preguntas comienzan a tener un sentido de indagación real, ya no son un ejercicio para el diálogo, son una herramienta para saber, pero también se divierten cuando ellos son objeto de interrogatorio y pueden contestar como modo de dar.

Este es el momento para comenzar con la segunda lengua, valorando el sentido de comunicación de las palabras y comprendiendo su sentido de representación. La segunda lengua viene a ampliar este panorama y se la puede "investigar" porque se está descubriendo el misterio que hay detrás de "hablar" en la lengua madre.

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El juego: 
Cada vez se carga de más sentido simbólico, se eligen situaciones cotidianas que se transforman a través de la fantasía y también se eligen situaciones fantásticas que se cargan de sentido con toques de cotidianeidad. 

Es el momento de los primeros "amigos", de los vínculos de a dos o de a tres, del "dale que" y hacerse cómplices para desafiar.

El cuerpo pasa a usarse como medio de expresión y creación con gran libertad. Pero también es un espacio a investigar. El cuerpo, más seguro e independiente, abre un mundo nuevo para explorar y probar relaciones más complejas en lo referido al espacio, los objetos, el movimiento.

A los tres años van al baño solos y a veces buscan la compañía de otros para compartir este momento de independencia pero también de curiosidad. Ya saben las diferencias entre nenas y nenes y esto genera las primeras relaciones de "alianza" entre iguales, ya no sólo por la edad sino también por el género.                  ​

Descubrir:
La permanencia de la imagen dibujada comenzará a darle sentido a lo "escrito" y así como desde lo verbal están en plena explosión, lo escrito o lo dibujado adquiere ahora un valor distinto que es el de la permanencia a través del tiempo y el espacio.
Llevar de regalo un dibujo o traer de casa uno muestra cómo comienzan a otorgarle al trabajo en el papel un valor de creación personal y de permanencia temporal.
Los chicos de 3 años están cerrando la primera parte de la infancia, guardando al bebé que fueron, renunciando a las cosas de esa etapa (chupete, mamadera, etc.) y sacando a relucir el "nene" o "nena" que va a ser. El juego, el trabajo en pequeños grupos y la investigación en concreto de ciertos aspectos de la realidad los ubican en el lugar de: "Yo puedo solo", que los gratifica y los estimula a seguir creciendo.